21 sept 2008

DEBATE: EL MANEJO DE LOS RECURSOS ENERGÉTICOS EN LA REGIÓN

ESTRATEGIA ENERGÉTICA - MAGAZINE DE DEBATE
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Recopilado por José María ingcavalleri@yahoo.com.ar en
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Enfoques y perspectivas en la encrucijada energética sudamericana

Estratega Energética convocó a Enrique Devoto y Félix Herrero para debatir sobre la integración energética en la región. Un cruce de miradas para analizar la perspectiva de recursos en el continente en pos de diagramar un abastecimiento que le otorgue una relativa tranquilidad a esta parte del mundo.

El mapa energético sudamericano y sus adyacencias transitan en estos tiempos con anuncios de descubrimientos petroleros gigantescos, con intentos de unión continental en pleno debate, con escasez de recursos en algunos países, con inversiones inciertas, entre otras muestras de perspectivas aún sin determinar. En razón de este contexto, Estrategia Energéticaconvocó a una charla entre uno de los referentes del Grupo Moreno, Félix Herrero, y el ex Secretario de Energía del gobierno de Eduardo Duhalde, Enrique Devoto. Los puntos en común y las miradas diferentes.

¿Cómo se analiza el panorama regional actual?

Félix Herrero: hay tres tipos de programa. El tradicional, liberal, ya fracasado. Está también el bolivariano, basado en la idea de la unión sudamericana, con Venezuela a la cabeza. Es un proyecto desde América Latina para América Latina, se esté de acuerdo o no. La idea se basa en una unión petrolera de América Latina, que se da como producto de la unión política. El otro proyecto lo encarna el modelo de Brasil, con un desarrollo impresionante de energía. Brasil ha descubierto tres grandes yacimientos impresionantes: Tupí, Júpiter (gasífero) y Carioca (petrolero), los tres, cada uno por su lado, tienen más reservas que las de Brasil y Argentina. El proyecto de Brasil, que se tienta a una integración ahora con estos descubrimientos mucho más allá de la región, lo seduce la idea del BRIC: Rusia, China, India y Brasil. Esto puede tornar más flojas las relaciones con América Latina, teniendo en cuenta que Brasil posee un 25% en esa sociedad.

Enrique Devoto: Comparto la clasificación que hace Félix. Pero diría que soy ideológicamente un firme partidario y realísticamente un gran escéptico, porque para integrar se necesita que haya cierta estabilidad en las normas, en las leyes, y desde ese punto de vista la Argentina es el país más inestable de la región, salvando los casos de Uruguay y Chile. El modelo liberal es obsoleto. El modelo bolivariano podría ser considerado una interesante pieza literaria carente de todo realismo. Carente de todo realismo porque el personaje que lo encarna no representa nada de ese ideal, parece más un jeque árabe que un estadista latinoamericano, con lo cual es un modelo descartado.

Lo que visualizo como más interesante es el brasileño. Ese esquema también pone al resto de América Latina como proveedor de energía para la industria brasileña. Pero no existen posibilidades de integración más que por cuestiones físicas, que finalmente entran en lo más antiguo de la economía, y eso no es integración. Solamente lo que hacen es intercambio entre vecinos, pero es lo mismo que venderle soja a China, electricidad a Brasil o comprarle electricidad a ellos.

¿La integración política podría acelerarse a partir de una mayor integración energética, o es al revés?

Enrique Devoto: yo creo que es al revés. La Unión Europea ha avanzado muchísimo en la idea de la integración política, pero todavía tiene dificultades en la integración económica, todavía se habla de exportaciones-importaciones de electricidad entre esos países. En el caso sudamericano, las articulaciones jurídicas las veo como un escollo, pero son superables. Hay un dato innegable: la región posee los recursos como para desarrollarse en todo sentido. Si bien todavía persisten grandes diferencias de entendimiento, la región sigue siendo ventajosa a la hora de compararla con otras regiones.

Félix Herrero: yo separo también integración de unión. El camino de la integración comercial no ha sido próspero para lograr una mayor integración política. La entrada de Venezuela puede revitalizarla, pero si el proyecto sigue siendo comercial no se visualiza una idea de unión sudamericana. El proyecto de estilo brasileño es más bien estático, pero el que promueve Venezuela es un proyecto más bien político, con ideología política más que desarrollismo de inversión. Eso se está por ver, nadie puede decir que ha fracasado o no. Desde el punto de vista energético, tiene una capacidad increíble. Si Venezuela (con la faja del Orinoco) pasa a Arabia Saudita, estamos diciendo algo. El cambio de paradigma indica que las empresas estatales son las que hacen el gran desarrollo energético. Es por eso que está tan cerca de lo político. Hasta el año pasado, las empresas petroleras del mundo manejaban el 80 por ciento de las reservas del crudo, y esto es todo lo contrario que hace 20 años. Ahí hay una capacidad de integración y de unión fantástica. El modelo Mercosur ha fracaso, como el de la ALALC. Pero hay que gestar algo nuevo.

¿Cuán importante es el cambio de titularidad de empresas petroleras con mayor peso estatal?

Enrique Devoto: Si bien eso es cierto, si bien hay un cambio en la titularidad accionaria por llamarlo de alguna manera, hay que ver si hay un cambio en la forma de manejo empresario, si no conservan las mismas características?.

Félix Herrero: Hay un cambio de propiedad de los yacimientos. Cuando hablo del 80 por ciento, hablo de la propiedad del petróleo. ¿Qué es lo que aparece? El derecho latinoamericano, donde el Estado es dueño de la superficie. Y también emerge una nueva teoría británica: van a la Antártica y clavan banderitas para argumentar que esos recursos son de todos. Quieren cambiar el derecho porque han perdido la capacidad de manejar las reservas internacionales. Es cierto que pasa esto, pero la industrialización y la refinación no ha cambiado de manos. México tiene el 100 por ciento del petróleo de PEMEX, pero no tiene ninguna destilería, entonces compra todo a la Exxon Mobil. Hay un cambio tan grande que Petrochina, la empresa estatal china que cotiza en bolsa, tiene 700 mil millones de dólares en activos fijos y la Exxon Mobil 400 mil. Es un cambio sustancial: una empresa estatal china tiene el doble que la más grande empresa privada del mundo.

Hoy estamos viviendo otra era. El petróleo es estratégico en todos los lugares del mundo, menos en la Argentina. Y parece ser que va a venir una era de muchas energías. Y además estamos viviendo una crisis del modelo de paz de las Naciones Unidas, por eso es que van a seguir las guerras del petróleo, porque se sigue buscando ese bien estratégico. Y Estados Unidos establece una nueva teoría: la guerra preventiva, acompañado de un unilateralismo global-militar, es decir, ataco solo aunque no me ayuden los europeos. El caso de las FARC en Ecuador es ejemplar: Ecuador entró hace dos meses a la OPEP, oh casualidad.

El cambio de concesión jurídica de las petroleras es un nuevo paradigma. La recreación de la OPEP. La OPEP fue creada por Juan Pablo Pérez Alfaro, ese famoso hombre autor de la frase de ¿el petróleo es el excremento del diablo?. La OPEP está funcionando mucho, sus cuotas se obedecen, las decisiones de no aumentar la producción o la extracción se obedecen.

El caso del eventual gasoducto sudamericano es objeto de debate. ¿Cómo hay que analizarlo en esta perspectiva?

Enrique Devoto: yo tengo dos prevenciones. Respecto a Brasil, temo que termine una vez que entre en ese país, o sea, que el gasoducto sea el gran abastecedor del norte brasileño para instalar todo un sistema eléctrico, y el uso de ese gas en otros usos petroquímicos, básicamente en la producción de energía, que le daría a Brasil un liderazgo continental notable. No creo que Brasil deje pasar ese gasoducto más allá de su frontera.

El otro tema es la realidad del gas venezolano. No son yacimientos ?rápidos? tipo Loma de la Lata, es decir, gas mezclado con petróleo. Ahí se necesitan cuantiosas inversiones de explotación, incluso de exploración, más la separación de líquido y gas, y eso a su vez llevarlo a lo que sería la cabecera de ese gasoducto. No me preocupa lo que muchos han argumentado sobre el costo que pueda tener ese gasoducto, porque a los valores crecientes de gas y petróleo finalmente ese costo que nos parece hoy exagerado se puede diluir.

Es decir, ves límites políticos desde la voluntad brasileña, y técnicos desde el gas venezolano.
Enrique Devoto: tiene un costo para Venezuela que tendrán que asumir todos los compradores, porque el gas no es que surja al pie de ese gasoducto. Venezuela lo tiene que recolectar a lo largo de varias cuencas donde está mezclado con petróleo, más allá de que tengan reservas importantes de gas en ese sentido.

Félix, ¿a vos te entusiasma más esta idea?

Félix Herrero: me entusiasma muchísimo el gasoducto. Primero, no veo que haya muerto en la voluntad de ciertos sectores brasileños y venezolanos. Creo que al gasoducto hay que leerlo en proporción mundial. Si uno toma el mapa de los gasoductos del mundo (sacando Sudamérica, África y el sur de Asia) todo el mundo está cruzado por miles y miles de gasoductos. La inversión en los gasoductos es una inversión de unión y de integración porque es permanente. Estas obras no son más caras que establecer puertos gasificadores, licuadores, regasificadores y buques. Se necesitan 16 barcos metaneros diarios para reemplazar a un gasoducto como el de Brasil-Argentina. En Estados Unidos se están haciendo hasta dos gasoductos con dimensiones kilométricas bastante parecidas, y Rusia está largando para China y Japón dos gasoductos del mismo kilometraje. O sea que lo que pueden hacer los países desarrollados, nosotros no podemos hacerlo... Creo que este gasoducto va a renacer. Comparto que Brasil va a ser un gran demandador de gas, va a tener el gas venezolano en el norte, el gas de Bolivia en el sur. A Argentina le convendría el gasoducto largo, a Paraguay, Bolivia y Uruguay también. Pero la realidad es que esto no lo va a fijar Argentina, sino Brasil.

¿Cuánto pesa el factor de los plazos para poder lograr un programa energético más planificado y tranquilizador?

Félix Herrero: los latinoamericanos no sabemos establecer políticas de estado. Un gasoducto es una inversión larga, y por lo menos tiene que estar proveyendo 30 o 40 años.

Enrique Devoto: ahí soy más escéptico respecto a varios países, que no tienen políticas de largo plazo. El único jugador importante con políticas de ese estilo es Brasil, y Chile en menor medida.

Félix Herrero: no puede haber políticas de corto plazo en energía. La energía es por naturaleza una política a largo plazo. Ninguna obra puede ser de corto plazo. Quienes manejan a corto plazo es porque no tienen la madurez energética. La estrategia es un concepto de largo plazo, que se opone a la táctica.

El más liberal de los liberales planificaría en el largo plazo.

Félix: si hay un país petrolero planificado es Estados Unidos. Los pozos cumplen órdenes de política energética. Las políticas de coyuntura son respuestas dentro del concepto del largo plazo. Y esto es lo que sufrimos. Y cuando los países no son soberanos en la política energética, no hay largo plazo.

Hay ejemplos recientes en la región de Estados que redefinieron sus planteos frente a los recursos naturales, hechos que generaron disputas aún sin definir. ¿Cómo analizan este panorama?

Félix Herrero: Ecuador está haciendo la Constitución nueva. Plantea además la soberanía de territorio, de los derechos naturales del subsuelo y del cielo, del mar y la militar. Con ello, la base de Manta se tiene que ir. El ingreso de Ecuador a la OPEP rajo sus complicaciones, basta con ver el conflicto como excusa de la incursión de las FARC en su territorio.

Enrique Devoto: nadie va a negar el rol y la necesidad y fortaleza de la estrategia del Estado. Pero el problema es que acá se confunden Estado fuerte con gobierno fuerte. El gobierno apuesta a la coyuntura y el Estado mira el largo plazo. El gobierno tendría que tener la obligación de acompañar al Estado en largo plazo y de administrar la coyuntura. Si prevalece la coyuntura, a la larga debilita la idea de Estado fuerte.

¿Qué conclusiones deja la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia?

Enrique Devoto: La realidad de Bolivia es que está fragmentada. Todo el oriente con Santa Cruz a la cabeza es un sector muy fuerte que inevitablemente toda medida nacional pasa por su ¿veredicto?. El gobierno se equivoca cuando divide en vez de lograr unidad, es un error que no le costaría nada corregir. Pero también hay ¿algunos? que alimentan ese espíritu secesionista, no quiero nombrar específicamente al vecino, pero no me sorprendería que a Itamaraty le gustase esta idea.

Félix Herrero: todo proceso de nacionalización no es un proceso perfecto. A mí me gustaría que algún día todos los yacimientos sean públicos, toda la renta sea 100 por ciento del país, toda la producción sea nacional. Pero la verdad es que Bolivia recuperó el 82 por ciento de la renta petrolera, los 4 yacimientos grandes están quedando en manos del Estado. Nosotros tenemos apenas una renta del 34 por ciento. Además recuperó las dos refinerías, que las tenía Petrobrás con la privatización corrupta de Sánchez de Losada. Ahora están por perfeccionar con la participación mayor de las empresas extranjeras que quedan. Todos estos son procesos que no se dan de un día para otro, y las técnicas de recuperación del sector energético son muy distintas. Me quedo con lo que dijo Evo Morales: primero tenemos que nacionalizar el Estado para luego nacionalizar la energía.

En los últimos tiempos creció el debate sobre los biocombustibles. ¿Qué significan en este entramado regional y qué riesgos o posibilidades emergen con ello?

Enrique Devoto: dos puntos de preocupación. Por primera vez se da un enfrentamiento entre alimentos y energía en términos del insumo básico. El otro punto es qué significa expandir fronteras agrícolas a costa de qué. Si uno dijera duplicamos la producción de maíz, de soja, ¿pero a costa de eliminar bosques, desiertos? Ahora han aparecido algunos yuyos que se pueden ver en zonas desérticos, que tienen ciertas virtudes, que ha mejorado los ingresos de la gente en zonas paupérrimas. Si es ese el camino, es interesante. Si es a costa de superficies con explotaciones tradicionales, ahí pondría por lo menos una luz amarilla titilante.

Félix: pasa por la moral y la ética de la política. Aceptamos la posición de Cuba, que es un país que tiene caña de azúcar y que podría hacer etanol para combustible y sin embargo no lo hace a pesar de que llegó a hacer 6 millones y medio de toneladas. Pero Cuba tomó una posición ética y moral: frente a alimentos y energía, están los alimentos. No es un tema de ideología. Hay alguna producción que no compite con la producción de alimentos. Hay que ver si es para aumentar el modelo agroexportador o agrobusiness o si es para aumentar el consumo interno.

La alianza de Brasil y Estados Unidos en este tema, ¿es una señal de alarma?

Félix Herrero: el acuerdo es muy intenso, y esto está generando un calentamiento de la tierra. Pero hay que ver un Brasil con petróleo y un Brasil sin petróleo. Funcionarios de Lula tienen aceitados contactos con los promotores de este negocio en Estados Unidos. Pero la cuestión cambia si Brasil entra en la OPEP y magnifica su producción petrolera.
Mientras tanto, ¿cómo se debería manejar Sudamérica con los otros recursos? El ejemplo de la hidroelectricidad es uno.

Félix Herrero: hay que tomar el cuadro de la dependencia hidrocarburífera en nuestros países. En el mundo, en energía primaria el 60 por ciento proviene de la energía de gas y petróleo, el otro 40 de las restantes. Acordémonos de Francia: 80/90 por ciento energía nuclear; buena parte de Europa que no puede hacer más desarrollo hidroeléctrico; Brasil, 70 por ciento hidroeléctrico. Los dos países de América Latina que son más dependientes del petróleo y del gas son México (88%) y Argentina (83%). Pero Argentina tiene capacidad de hidrógeno, eólica, hidroeléctrica. Es un país con todas las potencialidades, pero no escapa de la dependencia que decía antes. Y vuelvo al principio: si se puede pasar del paradigma del petróleo, con una economía monofósil, a una economía más compleja y más completa. Si la decisión de inversión no la tiene el Estado argentino y la tienen las empresas que detentan la renta petrolera, el futuro es incierto. Ese es el caso de México. Brasil tiene una dependencia del petróleo del 54 por ciento, Venezuela de un 73!!!

Enrique Devoto: no comparto la forma, pero de alguna manera se han encarado algunas obras, como las de Campana. Se piensa en la central en sí misma, y se desconoce el origen de los insumos que la van a abastecer. Se plantean centrales a gas de ciclo combinado sabiendo que no va a haber gas. Creo que ahí ya hay un error de base en un momento en que se podría haber pensado con mucho más calma y realizar esas inversiones. Una enseñanza que da la regulación: ya vía mercado no había señales de inversión, y es la regulación como función del Estado la que alienta más inversiones. Cuando el precio de mercado estaba dando 20/21 dólares el megawatt hora en el 1 a 1, claramente eso ya no era una señal para realizar inversiones. O sea que ese era el momento de sentar al sector y haberle dicho ?nosotros necesitamos tantos miles de megawatts instalados por año?¿de qué manera lo vamos a hacer??. Porque esto es claro: la última central de importancia en energía se inauguró a fines del 2000 en Paraná, lo cual significa que fue una inversión prevista en el 97´o 98´. Después de ahí no hubo ni siquiera planes salvo Caracoles en San Juan, que es prácticamente una pila de linternas.

Félix Herrero: hay que tener cuidado con estas ?privatizaciones al paso?. Se privatiza apareciendo el Estado y dando garantías. Aparece Camessa, pidiendo al BNDES brasileño, toda una apariencia del Estado, pero la obra termina privatizada. Es curioso. Es raro impulsar una central que funciona a gas y sabés que no va a haber gas.

Después de todas estas complejidades descriptas, ¿la energía nuclear no es una posibilidad que merece más atención? ¿No es una política de largo plazo a implementar?

Enrique Devoto: el largo plazo en energía es mañana. Estoy convencido que con todo lo que hablamos del petróleo, la energía nuclear vuelve. Debería volver. Se debería estar pensando en una Atucha III, y no me parece mal.

Félix Herrero: Brasil esta inaugurando nuevas centrales.

Enrique Devoto: Corea inauguró otras dos, Japón lo mismo. A 100 dólares, cualquier proyecto deja de ser delirante.

Félix Herrero: sin descuidar el impacto ambiental, Argentina tiene que aprovechar el relativo grado de desarrollo nuclear. Se le puede encontrar la vuelta al control de los desechos. Tengamos en cuenta que el calentamiento de la tierra no viene por la energía nuclear, sino todo lo contrario.
Enrique Devoto: apostaría que cualquier deforestación por los biocombustibles es más peligrosa que centrales nucleares. Si fuera autoridad no dudaría en inclinarme por la nuclear.

*Publicado por Estrategia Energética No. 2 Julio 2008

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